sábado, 23 de marzo de 2013

Que es La Acuariofilia?


La Acuariofilia moderna es la afición a la cría de peces y otros organismos acuáticos en acuario, bajo condiciones controladas. Ha evolucionado tremendamente a lo largo de los siglos, desde el mantenimiento de carpas doradas con fines ornamentales en recipientes y estanques, desde hace 2000 años.
Existen referencias en la antigua China sobre la cría de peces dorados en depósitos cerámicos, a temperatura ambiente. El nivel de la acuariofilia era totalmente básico, sin sistemas de soporte de vida para los peces, que requerían especies resistentes y constantes cambios de agua. Este sistema arcaico se perpetuó hasta nuestros días a través de las peceras, y se superó con el desarrollo de los modernos acuarios.
Actualmente la acuariofilia es una afición que puede llegar a altos niveles de conocimiento y sofisticación, que traspasan la frontera de afición para convertirse en una verdadera ciencia, la acuariología.

La acuariología es la rama del conocimiento científico derivada de la acuariofilia que estudia todos los aspectos de creación y mantenimiento de especies y ecosistemas acuáticos de forma artificial y controlada, tanto en acuarios como en cualquier otro tipo de instalación. Es la acuariofilia llevada a un extremo científico bajo criterios reproducibles y controlables, y más allá de acuarios domésticos.



Bibliografía: André L. Barroso de Magalhâes, Newton P. Ulhoa Barbosa y Claudia María Jacobi.

viernes, 22 de marzo de 2013

Remedios preventivos y curativos

Entre los más conocidos y usados, podemos citar los siguientes:
Se utiliza en los casos en que se note que hay peces atacados de saprolegnia o ictioftiriasis, para lo cual se preparará una solución de azul de metileno al 5 por ciento, utilizándose una o dos gotas por cada 5 litros de agua, que tomará un color azulado.
Baños de sal
Se usan para curar los hongos con bastante buen resultado. En ese caso, se coge una taza grande o, en su defecto, otro recipiente cualquiera, y se echa agua y sal en proporción de que al probarla, antes de meter al pez, tenga un sabor salino no muy fuerte luego, con una red proporcionada al tamaño del pez, se le sumerge durante un rato, y luego se mete en la misma pecera o en otra preparada con anterioridad,
Este baño se repetirá todos los días hasta notar que el pez se desprende de los hongos y sus movimientos ya son más suelos.
Agua oxigenada
Se usa en los casos en que se observan formaciones extrañas en la piel de los peces, sobre sus escamas o sus aletas. La proporción es de 175 cc. por 10 litros de agua. Los baños deben durar de 10 a 15 minutos.
Ácido acético
Este baño, que no durará más de 1 minuto, da siempre excelentes resultados. La solución es de dos grados por litro de agua. Se deja descansar una semana antes de dar otro baño.
Clorhidrato de quinina
Este es un remedio muy conocido, El tratamiento es muy sencillo, así como su preparación se diluye el clorhidrato de quinina en la proporción de 1 gramo por 40 litros de agua. Este producto es soluble en el agua, lo que no ocurre con el sultado de quinina. Por otra parte, no ofrece peligro alguno para los peces, que pueden permanecer en dichas solución durante varios días.
Debe extraerse más o menos un cuarto de litro todos los días durante una semana, de manera que el acuario vuelva progresivamente a su estado natural.
Mercurocromo
Este antiséptico se usa para los peces como para las plantas antes de ser colocados en el acuario. Puede usarse sin temor alguno en acuarios ya poblados y plantados, mediante una gota por litro y medio de agua, de una solución de mercurocromo al 2 por ciento. En plantas solas se usará una gota por litro.
Purgas
Los peces se purgan utilizando una miga de pan embebida en aceite de ricino o halibut. También se usan las lombrices de tierra a trocitos, en los que se habrá introducido una jeringa hipodérmica con el aceite de ricino.
También puede sumergirse al pez en una solución de sulfato de magnesia, pero por breve tiempo si se observa malestar intestinal. Se aconsejan enemas de aceite o sulfato, si bien son difíciles de administrar y peligrosas.
Verde de malaquita
En casos de hongos, puede utilizarse una solución acuosa de verde de malaquita en proporción de 1/15.000, en la que se meterá el pez durante 10 a 30 segundos. Si un baño no da resultado, se repetirá cada 2 o 3 días, sin olvidar que la temperatura del baño ha de ser igual a la del acuario
Bibliografía: Sergio Bressan y Luis A. – Acuaristas.

Enfermedades más frecuentes.


Como en todos los órdenes de la vida, y mucho más tratándose de peces, siempre es más fácil prevenir que curar. Por ello es recomendable tener en cuenta, principalmente, la correcta oxigenación, los cambios bruscos de temperatura o su falta o exceso, la limpieza del agua y, sobre todo, la alimentación.
Las enfermedades pueden hacerse dueñas de un acuario de diversas maneras: por peces nuevos, por plantas no desinfectadas o por el alimento vivo, producto de charcos y zanjas. Este último es muy difícil de desinfectar, aun1 que aconsejamos añadir el agua del acuario una cucharadita de sal común por cada cinco litros de agua. Con esto se conseguirá evitar en muchos casos la reproducción de hongos. Asimismo, y sobre todo en los acuarios de cría, conviene poner una gota de “tripaflavina” al 4000 por cada litro de agua, o bien azul de metileno al 2 %.

Falta de oxígeno
Por lo general suele producirse por un acuario inadecuado, falto de equilibrio o renovación de aire artificial inyectado por medio de bombas. Acuarios reducidos con exceso de población donde los peces carecen de libertad de movimiento, su alimentación en estos casos se hace muy dificultosa, ya que el agua se contamina de impurezas.
La falta de oxígeno puede ser denunciada por los mismos peces, especialmente los “carassius”, a los que se les ve nadando o manteniéndose cerca de la superficie y en forma inclinada, no presentando sus formas corrientes de accionar cuando el agua tiene las condiciones exigidas para su vida en salud.
Exceso de oxígeno
Así como la falta produce trastornos graves en los peces, un aumento del normal (que debe ser de 5 a 10 mg. por litro), llevado al doble o más, produce la enfermedad conocida como “embolia gaseosa”
Si en un acuario las plantas trabajan bien y tienen como complemento un aireador, puede resultar que, sometiendo el recipiente a la acción de la luz solar, las plantas que tenían baja producción de oxígeno aumentan el mismo, con la consiguiente saturación del agua. Los peces que respiren en ese medio sufrirán pronto las consecuencias, pudiéndose notar en sus cuerpos, y sobre todo en sus aletas, pequeñas burbujas que indican su mal. Si esto no se llegara a detectar a tiempo, se producirá la muerte de los peces.
Pero si, por el contrario, el piscicultor lo advierte a su debido tiempo, deberá inmediatamente trasladar a los peces a otro acuario con agua normal. De esta manera, éstos tendrán grandes posibilidades de salvarse.
Por otra parte, el mismo acuario causante puede ser mejorado, bastando con evitarle la luz solar, suprimiendo momentáneamente el aireador y cambiando la mitad del agua por otra de igual temperatura, a fin de que los peces puedan normalizar su vida.
Temperatura
Los peces pueden debilitarse por permanecer a una temperatura inadecuada, por cambio brusco de la misma, bien al pasarlos de una pecera a otra por cambio de agua más fría que la que contenía. Por tanto, hemos de prestar la máxima atención al termómetro.
La temperatura idónea para acuarios que contengan peces tropicales es de 23 a 25 grados centígrados, que equivalen en la escala Fahrenheit, de 70 a 74 grados. Es decir, durante el invierno deberá mantenerse esta temperatura de forma artificial, mediante el empleo de aparatos especiales, los cuales se suprimirán durante el verano Si es posible, el acuario habrá de tenerse en lugares interiores, a fin de que esté menos expuesto a las continuas variaciones climáticas. Sin embargo, tanta cautela sólo es precisa para los ejemplares tropicales, los cuales generalmente son costosos y difíciles de adquirir
Por otra parte, los peces sufren rápidamente las variaciones térmicas y su temperatura animal es, en general, un grado superior a la del medio ambiente. Por esto, cuando se calienta el agua de los ríos o los mares, ciertos peces buscan la temperatura que les conviene en la profundidad
Cuando se cambie el agua de un acuario, la que se renueve tendrá una temperatura superior en dos grados a la del mismo.
Hemos de tener en cuenta que los peces son animales de sangre fría, cuya temperatura va en concordancia con el medio en que viven. Los peces, en su hábitat natural, han vivido por muchas generaciones a una temperatura determinada, la cual el cuidador ha de conocer, a fin de mantenerla en sus peceras, ya que los órganos y tejidos del pez están perfectamente adaptados a ella
Si se cambia de forma brusca la temperatura del agua, los peces no pueden aclimatarse inmediatamente. Por tanto, su organismo sufre serios trastornos, lo que da como resultado la reducción notaria de su vitalidad, así como la falta de resistencia a las diversas bacterias que pueden atacarles, produciéndose en algunos casos la muerte de los ejemplares, sobre todo la de los débiles por sí mismos.
Al efectuar cambios de agua, es absolutamente imprescindible mantener bien a la vista el termómetro, además de seguir fielmente las siguientes explicaciones:
Cuando se desee reducir la escala “Fahrenheit” a Centígrado, se empleará la fórmula 5/9 (F-32)=C
Alimentación
Una de las enfermedades más generalizadas en los peces es la constipación producida, por lo general, por una alimentación inadecuada o poco variada.
Dicha enfermedad es fácil de reconocer, ya que el pez se hincha en su parte ventral. Sus movimientos se tornan mucho más lentos, se produce un cruzamiento en las escamas y, sobre todo, una ausencia absoluta de materia fecal. Si la enfermedad es descubierta a tiempo, sólo bastará con aislar al pez afectado en una pecera con buena aireación, administrándole pulgas y toda clase de alimento vivo en abundante.
También puede utilizarse otro procedimiento, consistente en coger el pez con una red de muselina, y mediante una jeringa llena de aceite de ricino, se le echará un chorro en la boca, teniendo la suficiente paciencia y dedicación hasta asegurarse de que el animal ha ingerido algo. Si no se obtiene el éxito deseado, puede repetirse la operación, aunque antes es aconsejable dejar descansar al pez durante unos minutos. En caso de que aún no haya sido satisfactoria tal práctica, pueden emplearse medios más drásticos. Por ejemplo, se prepara agua en una pecera aparte o cualquier otro recipiente apropiado y se calienta hasta obtener una temperatura ligeramente superior a 10 grados centígrados de la que tenía el acuario en que vivía el pez enfermo. No obstante, tal temperatura no debe sobrepasar nunca los 30 grados centígrados.
Sólo con mucha dedicación y práctica podrá detectarse que un pez del acuario presenta anormalidades, producto de una enfermedad cuya consecuencia podría ser grave, haciendo necesario su aislamiento inmediato y tratándolo con los medios corrientes, tales como baños de sal, permanganato, aumento de temperatura, etc. Por otra parte, sólo se devolverá al pez al acuario o pecera cuando se tenga la completa seguridad de que éste se haya mejorado (cosa bastante fácil de observar).
Asimismo, existe cierta relación entre el alimento, la temperatura del agua y su oxigenación Todo animal, bien sea de tierra o de agua, vive por una serie de reacciones químicas complejas y equilibradas. La principal de todas estas reacciones y de la cual dependen las demás, consiste en una lenta combustión del carbono y del oxigeno. El primero es absorbido por el animal por la comida, y el segundo lo es por sus pulmones o por sus branquias.
Esta transformación química o fenómeno, se denomina metabolismo es activado como toda combustión, por medio de combustible; cuanto más oxígeno, más calor. Si uno de los factores aumenta, los otros deberán aumentar en proporción, A modo de ejemplo, hemos de señalar que un pez privado de alimento morirá más rápido a 28 grados centígrados que a 26; por consiguiente, también morirá antes con agua excesivamente oxigenada que con un agua normal El calor y l oxígeno consumen el alimento y los tejidos más rápidamente. De igual manera, un exceso de alimento sin calor y oxígeno consumido ocasionaría en el pez trastornos similares.
Cuanto más caliente es el agua, menos oxígeno contiene, de manera que para conservar l equilibrio en una pecera aumentando Ja temperatura, habrá que aumentar también el alimento y el oxígeno.
Esto se puede hacer aumentando el número de plantas, intensificando la luz o reduciendo el número de peces, aunque lo último es lo más seguro. La experiencia fructificará poco a poco.
Sin embargo, a los noveles hemos de hacerles algunas sugerencias:
A). Como se dijo con anterioridad, no se debe poblar excesivamente una pecera o acuario, aunque éste sea aireado artificialmente.
B). Las plantas habrán de ser frescas y vigorosas.
C).Se limpiará el acuario, retirando municiosamente los desperdicios, al menos una vez a la semana.


Aleta dorsal
Si un pez presenta su aleta dorsal replegada y sus movimientos carecen de vigor, es muestra ineludible de anormalidad. La aleta dorsal de un pez sano es desplegada en sus movimientos, aunque no hay que confundirlo, observándolo si está excitado
Frío
Si un pez, en lugar de nadar, se mantiene quieto y los movimientos los realiza por medio de ondulaciones del cuerpo, es que sufre frío por algún cambio brusco de temperatura y no lo soporta.
Hongos
En el agua existen gran cantidad de hongos de color blancuzco que cubren con su pelusa los restos de la comida, etc. Estos hongos son del género Saprolegna, y naturalmente, no atacan a los peces vivos, más así tienen alguna herida, ésta se cubre de hongos que en ciertos casos pueden invadir todo el cuerpo, provocando la muerte.
El aspecto de un pez atacado por hongos presenta manchas blancuzcas sobre el cuerpo o sobre las aletas, de forma y tamaño irregular. Cuando un pez es atacado por hongos no hay que aislarlo, salvo que esté muy debilitado, pues existen especies de saprolegnas en todo el acuario y no contaminará a los demás, sino están lastimados.
Vale más evitar la enfermedad que curarla, y para ello es preciso tener el acuario muy limpio y quitar los restos de comida. Evitar los cambios bruscos de temperatura, separar las especies cuyos machos sean peleadores y puedan lastimar a los demás.
Esta enfermedad produce serios trastornos en los ríos y en los acuarios. Fue descubierta en Alemania en 1896.
Se distingue por un núcleo en forma de herradura, sin que sea necesario el microscopio para determinarla. Puede introducirse en un acuario por la comida viva, las plantas, los mismos peces y el agua. En Jo que se refiere a las plantas o comida viva, sólo son peligrosos si han estado en agua que contenía peces enfermos.
Los síntomas de esta enfermedad son:
unos puntitos blancos y abultados sobre las aletas. Estas pústulas cubren rápidamente a todo el pez, acabando por matarlo La enfermedad se desarrolla del siguiente modo los parásitos que nadan libremente en el agua se posan sobre los peces y traspasan su piel, que termina por transformarse en un verdadero colador Las aletas pierden sus membranas y el pez adelgaza y muere.
Los parásitos, después de permanecer en la piel de los peces vuelven al agua, donde se multiplican de manera que ahora es el agua la transmisora de la contaminación. Las especies más delicadas sufren irremediablemente, otras, como ciertas variedades de ovíparos, curan sin tratamiento alguno.
El mejor de los remedios: se hace preparar Indigestión
Hidropesía en una farmacia una solución de permanganato de potasio al 1/1.000. En 1 litro de agua se vierte 1 cc. de esta solución. Se pezca al pez enfermo con la red y se le aplica aquella con un pincelito suave, evitando sobre todo tocar las branquias, siempre en el sentido de las escamas. Luego, se coloca al pez en un acuario con agua nueva y se repite la operación todos los días hasta la curación total. En el mercado se encuentran productos altamente eficaz.
Indigestión
Se manifiesta por presentar el pez el vientre hinchado y la ausencia total de materias fecales. Generalmente, la produce un abuso de alimento seco. Se trata al pez con una purga y alimento vivo y vegetal.
Hidropesía
Esta enfermedad no tiene cura, ya que proviene de una degeneración cardiada o renal, motivada por toxinas paralizantes, sean de origen fermentativo, tumoral o parasitario.
Humo de tabaco
Que el acuario esté en local cerrado puede ser perjudicial para los peces Sabemos que para quitar el mal olor del tabaco basta con colocar una vasija con agua, que lo absorberá, y al día siguiente el olor habrá desaparecido. Naturalmente, un acuario hace las veces de vasija.
Como la ceniza del tabaco es un abono natural, sirve para las plantas del acuario, aunque este sistema no es muy recomendable.
Tuberculosis
Esta enfermedad ataca a los peces de acuario mal alimentados y faltos de ventilación artificial. La produce un bacilo y sus síntomas son ojos hundidos, falta (le apetito y enflaquecimiento progresivo. Debe llevarse el pez a un acuario bien plantado, con abundante sol y alimento vivo.
Vejiga natatoria
Los trastornos de la vejiga natatoria son de origen orgánico y suelen tener como causa una mala alimentación, indigestiones, o haberse mantenido al pez en temperatura baja por un tiempo más o menos prolongado.
Los principales síntomas son los siguientes:
comportamiento anormal, flotar con la cabeza hacia abajo, nadar con movimientos ondulatorios del cuerpo, yacer en el fondo, intentar subir a la superficie para volver a caer; dar vueltas sin lograr recobrar su posición normal…
Es difícil su curación, aunque puede intentarse colocando al pez en un acuario con poca agua, y un poco de sal, elevar la temperatura, aireación artificial y alimentarlo con pulgas de agua o tubifex.
Bibliografía: Sergio Bressan y Luis A. – Acuaristas.


Los Peces y su Hábitat


Si tu pasión son los peces debes saber que el hábitat que ellos necesitan es muy variable y no es simplemente agua dentro de un recipiente. Cada tipo de pez requiere una clase de agua específica con una determinada composición química y otros factores que veremos con detalle a continuación. Un pez de mar se muere en agua dulce, por eso cuando tenemos peces es fundamental que nos informemos bien; los peces son bastante delicados y los cuidados apropiados deben ser seguidos con exactitud.
El agua nunca es uniforme. Hay un tipo que está limpia, pero hay otro que tiene mayor nivel de contaminación. También podemos clasificarla según su nivel de sal, su nivel de ácido, la cantidad de oxígeno que contiene, su peso, o su alcalinidad.
La acidez y la alcalinidad del agua las define la escala de pH, que puede oscilar entre 0, en cuyo caso es totalmente ácida, hasta 14 en cuyo caso es por completo alcalina. El punto neutro o medio es, lógicamente El pH óptimo para la mayoría de los peces es precisamente el punto neutro, puede oscilar, pero en este nivel es muy difícil que los peces se mueran. Ahora bien, el agua cuanto más alcalina más pesada, o dura, pero además esto quiere decir que está cargada de calcio, de sal y otros minerales. El agua adecuada no deber ser muy dura ni muy pesada, para esto puedes informarte con expertos, pero no busques a los vendedores de peces, algunos no te darán toda la información pues el negocio es que se te mueran los peces, debido a que no les estás dando el cuidado apropiado (pero esto se supone que no lo sabes), y vayas a comprar más.
En cuanto a la salinidad, el agua dulce para peces de río debe tener un valor de 1.0 y los peces de mar requieren una salinidad de 1.023 hasta 1.027. Una diferencia básica entre los peces marinos y los de río es que los primeros eliminan el agua por su piel, por lo que beben mucha para recuperarla, en cambio los otros absorben el agua por su piel por lo que la excretan, para no acumularla dentro de su cuerpo. Es debido a esto que un pez de río no puede vivir en un hábitat salado ni a la inversa.
Por otro lado, la temperatura del agua varía según el pez. Por ejemplo, un cuatro colas crece sin problemas en agua a temperatura ambiente, pero un beta se enfermará ya que necesita una temperatura más cálida. Ahora, por lo general, los peces tropicales, que son los más populares viven bien en una temperatura ambiente.
Otro elemento que no debes olvidar, es que habrá combinaciones de colores que te gusten mucho, pero ese criterio no es válido para formar una pecera, pues hay muchos que no pueden compartir su hábitat, ya sea porque se comen unos a otros o porque se generan hogos o reacciones alérgicas entre ellos, y hasta se contagian enfermedades. Por eso es imperativo que estés lo más informada posible. Tener una pecera es toda una hazaña, es entretenido, pero requiere trabajo y atención. Debes dedicarte con mucha seriedad a tus peces, pues sino se van a morir y eso no es lo ideal, ni para la ecología, ni para tus peces, ni para ti.


sábado, 16 de marzo de 2013

Clasificacion de Peces Migratorios


Diádromos, viajan entre agua salada y dulce. (Griego: día significa entre).

Anádromos, viven principalmente en agua salada y se aparean en dulce. (Griego: ana significa arriba).  

Catádromos, viven en agua dulce y se aparean en agua salada. (Griego: cata significa abajo).

Anfídromos, se mueven entre agua dulce y salada durante su ciclo de vida, pero no por apareamiento. (Griego: amphi significa ambos)

Potádromos, migran sólo en aguas dulces. (Griego: potamos significa río).
Oceanódromos, migran sólo en aguas saladas. (Griego: oceanos significa océano) Los peces anádromos más conocidos son los salmones, que eclosionan en pequeñas corrientes de agua dulce, bajan al mar y viven varios años; después vuelven a los mismos ríos donde nacieron, desovan, y poco después mueren.


El pez más notable dentro de los catádromos es la anguila de agua dulce, cuyas larvas flotan a la deriva en el océano abierto a veces por meses o años, antes de viajar miles de kilómetros a sus riachuelos originarios, donde se desarrollan hasta alcanzar su estado adulto, para regresar al océano a desovar.
La migración vertical diaria es un comportamiento común; muchas especies marinas se dirigen a la superficie en la noche para alimentarse; luego vuelven a las profundidades durante el día.
Un gran número de peces marinos, como el atún, migra de norte a sur anualmente, siguiendo las variaciones de temperatura en el océano. Esto es de gran importancia para la pesca.
Las migraciones de peces de agua dulce son habitualmente más cortas, por lo general desde un lago a un río o viceversa, por motivos de desove.
Los peces así, como otros organismos acuáticos, pueden clasificarse ecológicamente por su tolerancia a distintas salinidades, en eurihalinos o estenohalinos, así como por otros aspectos de su adaptación.


Historia de los Peces


Los peces son animales vertebrados acuáticos, generalmente ectotermicos, la mayoría de ellos recubiertos por escamas, y dotados de aletas, que permiten su desplazamiento en los medios acuáticos, y branquias, con las que captan el oxígeno disuelto en el agua.


Los peces son abundantes tanto en agua salada como en agua dulce, pudiéndose encontrar especies desde los arroyos de montaña (por ejemplo el gobio), así como en lo más profundo del océano (por ejemplo anguilas tragonas).


Los alimentos preparados con pescado son una importante fuente de nutrición para los seres humanos. Pueden ser pescados a partir de ejemplares silvestres, o criados de manera similar al ganado (véase acuicultura). Hoy en día la llamada pesca deportiva cada día se vuelve una actividad más popular. Los peces han tenido un papel importante en muchas culturas a través de la historia, que van desde las deidades religiosas a temas de libros y películas.

El siguiente cladograma muestra las relaciones filogenéticas de los distintos grupos de peces y de éstos con los tetrápodos

Vertebrata

Myxini



Cephalaspidomorphi

Gnathostomata

Chondrichthyes

Teleostomi

Actinopterygii



Sarcopterygii



Tetrapoda








Nótemos que los sarcopterigios están más estrechamente emparentados con los tetrápodos (vertebrados con cuatro patas) que con los demás peces.


Uno de los más importantes logros evolutivos fue el desarrollo de mandíbulas a partir de los arcos branquiales, puesto que permitió a los peces primitivos alimentarse de trozos mayores, capturar presas, triturar, etc. Dentro de los primeros peces con mandíbulas se encuentran los placodermos, que aparecieron hacia el final del silúrico.


Bienvenido al mundo de los peces¡


Este espacio esta creado para que conozcan mas sobre los diferentes peces y la diversidad de especies que existen.